jueves, 28 de septiembre de 2017

REFLEXIÓN: MADRE SOLO HAY UNA

Todos tenemos una madre, es aquel ángel que dios nos da  para que nos guié en el camino de la vida, todo comienza desde el primer momento de la gestación.


Ser madre no quiere decir que solo es aquella persona que cambia pañales, calienta biberones, te prepara la comida, te lava la ropa, te ayuda hacer las tareas, te lleva a pasear, te compra juguetes, entre muchas cosas, pues solo es el inicio donde una madre se da cuenta que es capaz de hacer cualquier cosa para que su hijo este bien.

Una madre es aquella persona que nos cuida con mucha delicadeza desde el vientre, donde nosotros poco a poco crecemos hasta por fin salir del vientre de la madre y poder empezar otra etapa de la vida.

Esa mujer, es aquella que nos cuida en nuestra etapa de indecisión, nos enseña los valores de la vida, a valernos en la vida y siempre nos levanta con dulzura ante cualquier caída que tengamos desde los primeros pasos que damos.

Es la mujer que está pendiente de nosotros, así mismo no duerme cuando estamos mal, ella se preocupa por nuestros problemas que tengamos y vive en carne propia nuestros sufrimientos y se pone feliz ante los logros que tengamos en la vida, como si fuesen suyos.
En las diferentes etapas de nuestra vida, esa mujer a quien llamamos madre está presente, orientándonos, dándonos consejos para poder solucionar nuestros problemas en la vida, ella siempre está presente ante cualquier dificultad que tengamos.

Ya cuando crecemos muchas veces nos alejamos del hogar y tomamos otro camino, muchas veces no estamos cerca de nuestra madre por motivo de trabajo, estudios, u otros temas relacionados, sin embargo ella siempre está pendiente de nosotros, las cosas que hacemos y siempre pensando que nos va a ir bien y vamos a estar bien.

Esa mujer nos da el amor más sincero, se podría decir que es el amor de Dios hecho mujer, ya que es el más puro y sincero. Esa mujer a quien llamamos madre es capaz de dar su propia vida por nosotros si fuese necesario, se enfrenta a quien sea, ella no tiene miedo con tal de luchar por nosotros.

Esa mujer que lucha día a día por nosotros desde que éramos pequeños, por sacarnos adelante, esa mujer entrega todo por nosotros, para que estemos bien, y nunca nos falte nada, ya que es el ser más sublime y con el aprendemos el verdadero significado del amor.

“Nosotros no elegimos a nuestra madre, tampoco ella nos elige, pero ella se siente muy feliz ya que para ella somos lo más sagrado y lo más hermoso que existe.”

Señor Dios, te doy las gracias por darme una madre preciosa, que me ha enseñado en la vida lo que es luchar, defenderme solo y valerme por mí mismo.

Por eso todos debemos de tomarnos un tiempo con nuestra madre, porque madre solo es una y el amor que nos brinda es puro y sincero.





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